La locomotora se aprieta y los árbitros toman protagonismo

En el 'Supersunday' de la premier, el Manchester United asaltó Stamford Bridge venciendo a los 'blues' por 2-3 in extremis y con la inestimable ayuda del colegiado Mark Clattenburg, quien por cierto está siendo investigado por supuestos insultos a nuestro Juan Mata y a John Obi Mikel. Los de Ferguson vieron cómo el colegiado expulsaba primero a Fernando Torres, y después a Ivanovic, y se derrumbaron cuando 'Chicharito' Hernández marcaba el 2-3 definitivo en el descuento...en fuera de juego. Con ello, el United recorta la distancia a un solo punto, y la locomotora que está tirando de la Premier se aprieta también con la victoria del City frente al Swansea (1-0, sin demasiado glamour, con un chispazo de Tévez).

Obi Mikel protesta la actuación de Clattenburg

Por su parte, el duelo del Merseyside lució tan apasionante como se esperaba; Everton y Liverpool disputaron un partidazo trepidante, que cualquiera de los dos pudo haberse llevado. De hecho, otra vez un colegiado tomó el protagonismo al anular un gol legal a Luis Suárez. Y el Arsenal del eterno Wenger también contó con pequeña ayuda arbitral para hacerse con los tres puntos frente a un desahuciado QPR, en este caso gracias a un gol de Mikel Arteta en posición antirreglamentaria.

Mikel Arteta, decisivo con los 'gunners'

Mención especial merece, fuera de la premier, el River - Boca del apertura argentino. Como todos sabemos, en Argentina el fútbol es cuestión de estado, y, lamentablemente, de vida o muerte. Y la volvieron a hacer. Después de 562 días, millonarios y xeneizes volvían a encontrarse, y eso es demasiado tiempo para una rivalidad tan visceral. La afición de Boca empezó la batalla, cuando al encajar los xeneizes el segundo gol, la emprendieron en masa a puñetazos y patadas contra el personal de seguridad de River. El resultado fueron 25 heridos, pero ninguno de ellos de gravedad, y varias detenciones. Al margen de la guerra de siempre, el encuentro finalizó con un 2-2 celebradísimo por Boca y lamentado por los platenses.

Por desgracia, hace tiempo que esto no sorprende en Argentina