En su momento Felix Magath fue un
legendario jugador del Hamburgo campeón de Europa en el año 83 ante la Juventus, incluso fue el héroe del equipo hanseático al ser el autor del gol
que terminó dándole la orejona al conjunto alemán.
Como entrenador Magath en tuvo
también una sonada y exitosa trayectora que culminó hasta el 91 tras dos participaciones
en mundiales de España 82 y México 86 y que tuvo con su gol en la final del 83
como mejor momento de su carrera.
Posteriormente dio comienzo ya en
el 95 su andadura como entrenador, empezando en el Hamburgo hasta el 97 y pasando
por equipos como Núremberg, Werder Bremen, Eintracht Frankfurt o Stuttgart
hasta que le llegó la hora de dar el salto a un banquillo de mayor nivel. Le
llegó la hora de sentarse en el banquillo del entonces Olympiastadion de Múnich
para dirigir al Bayern en 2004.
Dos dobletes consecutivos las
temporadas 2004-2005 y 2005-2006 confirmaron en Felix Magath un excelente
entrenador y la persona ideal para heredar la gran obra que le había dejado el
gran Ottmar Hitzfeld los años anteriores. De métodos casi militares, conocida
su gran tendencia al orden y de crear unas muy estrictas normas de convivencia
en 2007 terminó su periplo muniqués tras dejar al Bayern cuarto de la
Bundesliga y no poder ni jugar Champions League el año siguiente.
La temporada siguiente, después de
su exitoso paso por el Bayern la marca Volkswagen apostó claramente por él para
confiarle a él el proyecto de hacer del Wolfsburgo un equipo campeón.
Y lo consiguieron en 2009 con la
explosión de Edin Dzeko como 9 de referencia, el acierto goleador de Grafite y
el fútbol generado por el bosnio Misimovic desde la mediapunta, además de un
acertado Benaglio en la portería fueron las armas del Wolfsburgo campeón de la
Bundesliga.
Un año más tarde decidió irse al
Schalke 04, al que hizo subcampeón de la Bundesliga y clasificó para la Champions
de la temporada siguiente. Temporada que terminó como el rosario de la aurora
por parte del Schalke y Magath. Un pésimo comienzo de temporada regular salvada
por la clasificación en la fase de grupos de la Champions terminó con el
despido fulminante del entrenador. Fichajes extraños en 2011 como el de
Charisteas o Ali Karimi en ese invierno, junto a episodios extradeportivos
hicieron que la directiva, a pesar de tener al equipo en la final de la Pokal y
clasificado para los octavos de final de la Champions, despedir a Felix Magath.
De ahí fue a Wolfsburgo, dónde dio rienda suelta a su capacidad para hacer
fichajes extraños: Hleb en 2012, Salihamidzic, Hitszlsperger… todo jugadores
veteranos y con una tendencia ya decadente en sus carreras deportivas, añadida
a la cesión de Diego al Atlético de Madrid en un año en que terminó con un
gasto de 50 millones de € y que no consiguió pasar del octavo puesto al final
de la temporada.
Y ahora, colistas de la Bundesliga,
y después de no ofrecer un gasto excesivo, cerca de 20 millones y con balance positivo
consiguió la vuelta de Diego, la adquisición de Pilar, lesionado, Bas Dost tras
ser uno de los máximos goleadores de la Eredivisie, y con la llegada de Naldo,
Olic o Pogatetz apostó otra vez por la veteranía. Pero su juego defensivo, sus
cambios de sistema, la extrema importancia de un mediocre Vieirinha en el
equipo, suplencias casi inexplicables de Bas Dost y un panorama nada alentador
por un repescado Diego (pocas opciones de pase y poca opción para crear) el
Wolfsburgo ha empezado con muy mal pie hasta el último puesto de la Bundesliga
con solo 5 puntos tras 8 jornadas en la Bundesliga. Probablemente sus días en
Wolfsburgo darán a su fin y cada vez parece más difícil que vuelva a poder
gestionar un proyecto de cierto nivel en la Bundesliga.
Aquel Wolfsburgo campeón tenía una delantera mortífera. Grafite y Dzeko se entendían a la perfección, a pesar de que el mundo no los veía como "complementarios".
ResponderEliminarUna lástima, porque Magath siempre le dio confianza a los jóvenes
Es buen técnica y es una pena que acabe si , pero es lo que pasa cuando haces cosas a lo loco.
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