Podríamos decir, sin miedo a equivocarnos, que Mario Götze
será uno de los centrocampistas más completos del fútbol mundial. A sus 20 años
ya ha demostrado sobradamente sus grandes cualidades: la visión y precisión de
los mejores medio centros, el regate de los extremos y la definición de los
delanteros. Todo junto en un jugador, que además ha desarrollado una capacidad
característica de los grandes cracks: su cabeza va por delante del resto,
mientras hace una jugada, se imagina la siguiente.
Siempre está bien colocado y sabe dónde están sus
compañeros, lo que le permite asociarse con una facilidad pocas veces vista en
alguien de su edad. Es muy versátil, puede jugar en el centro o pegado a la
banda, siendo el cerebro del equipo o el puñal que desborda pegado a la línea
de cal. Elegante en la conducción, tiene descaro para encarar y crearse
espacios de pase, que ejecuta con precisión milimétrica. Sus recursos son
infinitos y se maneja bien con ambas piernas, de manera que la posibilidad de
predecir lo que va a hacer es remota.
Llega fácilmente al
área, pero pese a que demuestra mucha frialdad, puede mejorar la definición. No
es fuerte físicamente, pero lo equilibra con una gran capacidad para esconder
el balón y mucha inteligencia en al colocar el cuerpo, lo que le permite ganar
balones divididos o aguantar la posesión pese a las entradas del rival. Entre
sus defectos está el exceso de confianza que demuestra en ocasiones, y pierde
balones por intentar pases demasiado arriesgados en zonas peligrosas.
No obstante, pese a estos pequeños fallos que podrá pulir
con experiencia, se puede meter al alemán entre los cracks del futuro, abalado
por su visión de juego, precisión, inteligencia y versatilidad.
Su comportamiento es intachable: trabajador y responsable.
Demuestra ganas de seguir mejorando y aprendiendo en los entrenamientos, acepta
bien las críticas y las interioriza para sacarles el mejor partido. Mario Götze
hace gala fuera del campo de la misma frialdad y sobriedad que dentro de él.
Ante los micrófonos es cordial y nunca sale del tono, siempre respetando a los
rivales. No le gusta ser el centro de atención. Tras ganar la Bundesliga en 2011 habló
con su técnico, Jürgen Klopp, y demostrando madurez y equilibrio emocional le
pidió que evitasen que los medios de comunicación se centrasen en él. El chico
rehúsa hablar de su futuro y no le gustan los rumores que le sitúan lejos de
Dortmund, no obstante, no niega su pasión por dos club en concreto: Arsenal y
Barça.
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