La jornada de fútbol internacional nos ha dejado dos
detalles que han hecho que nos planteemos un par de cuestiones. Dos nombres en
concreto: Fernando Torres y Zlatan Ibrahimovic. Ambos protagonistas por
cuestiones completamente distintas.
Torres
La cuestión se ha planteado una y mil veces. El español
tiene detractores y defensores por igual, y parece estar empeñado en darles la
razón a ambas. Pocas veces se ha visto un futbolista que sea capaz de dar tan
buenos detalles y a la semana siguiente parecer del montón. Así una y otra vez,
año tras año, partido tras partido.
Estas últimas semanas han sido una muestra más de sus dos
caras. Con la llegada de Rafa Benítez al Chelsea se replanteó si sería capaz de
recuperar su mejor nivel. No lo hizo mal los primeros partidos, encajaba en el
equipo, luchaba, marcaba. Hasta que llegó la final del Mundial de Clubes, el
momento decisivo, y Torres volvió a fallar.
Nunca fue un goleador nato, ni en el Atlético de Madrid
destacó por la cantidad de tantos que marcaba, sin embargo ya de joven se le
vieron detalles que hicieron a los grandes fijarse en él. No obstante, han
pasado los años y Torres no ha cambiado. Sigue dejando detalles de calidad, y a
la semana siguiente falla lo infallable. Un encuentro lucha, participa y es una
pesadilla para la defensa, y al siguiente se le ve perdido y no rasca bola.
Así que la pregunta es la siguiente: ¿Es Torres un jugador
sobrevalorado?
Nuestra respuesta: A nuestro parecer, un jugador que marca
20 goles (máximo) en una temporada y la mitad de los partidos se los pasa
desaparecido, no merece el reconocimiento de estrella que tiene Torres, y más
si llegado el momento falla cosas como la que fallo ante el Corinthians.
Ibrahimovic
Ya hemos hablado en este blog de las cualidades del sueco.
De todas, buenas y malas. No cabe duda de que actualmente es uno de los mejores
delanteros del mundo, capaz de marcar auténticos golazos y ser un pilar tanto
en el PSG como en la selección.
Por desgracia, también nos ha dado muestras más que de
sobras de ser un poca ‘salvaje’. A Zlatan le cuesta controlar su genio, siempre
le ha costado. Este fin de semana no se le ocurrió otra cosa que pisarle la
cabeza a Dejan Lovren, central del Lyon.
No es el primer jugador que siendo un crack le pierden los
modales, pero probablemente sí es el primero que se convierte en un auténtico peligro
para la integridad de los rivales. Si a alguien se le cruzan los cables y
agrede a un rival no pasa nada, puede ser una reacción puntual. Lo de
Ibrahimovic es caso aparte.
Esta temporada ya van dos acciones que podrían haber acabado
muy mal. La pregunta que nos planteamos: ¿Merece Ibra una dura sanción?
Nuestra opinión: Sí, sin duda. Las agresiones del sueco
están empezando a ser una costumbre. Nunca se sabe cómo va a reaccionar, cuando
le va a hacer ‘clic’ esa pieza que le convierte en un peligro. El partido del
Lyon no estaba siendo duro, no había excesiva tensión y Lovren no había hecho
nada para merecer eso. Tal vez si le dejan unos cuantos partidos en la grada,
se lo piense dos veces la próxima vez.
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